La lactosa ofrece diversos beneficios nutricionales que no se encuentran en otras fuentes de azúcar. Genera un suministro prolongado de energía debido a que se hidroliza lentamente en el cuerpo, aumenta la absorción de minerales como el calcio, el magnesio y el zinc, contribuye a mantener una flora intestinal saludable, y tiene un efecto mínimo en la producción de caries dentales, en comparación con otros azúcares.

Proteínas

Los niveles de proteínas en la lactosa son tan bajos que son relativamente insignificantes. Si los alérgenos de la leche son un motivo de preocupación, consulte la información sobre la lactosa farmacéutica.

Hidratos de carbono

La lactosa es un hidrato de carbono con un índice glucémico bajo. Durante la digestión, la enzima intestinal lactasa separa a la lactosa en azúcares simples, glucosa y galactosa, para que sea absorbida en el torrente sanguíneo. La mayoría de las personas producen cantidades suficientes de lactasa en el momento del nacimiento y en la infancia para digerir cantidades normales de lactosa dietética. Sin embargo, algunas personas, a medida que crecen, pueden tener un nivel bajo de lactasa intestinal, lo que puede causar la mala digestión de la lactosa. Muchas de las personas que no digieren correctamente la lactosa pueden consumir la cantidad de lactosa que contiene, al menos, una taza de leche, acompañada de una comida. Además, la tolerancia a la lactosa se puede mejorar gradualmente aumentando la ingesta de alimentos que contienen lactosa, como la leche y otros productos lácteos.

La lactosa tiene un índice glucémico relativamente bajo, por lo que este azúcar puede ser beneficioso para los diabéticos. El índice glucémico de un hidrato de carbono o un alimento se refiere al aumento de la glucemia en relación con un estándar, como la glucosa o el pan blanco. Los alimentos con un índice glucémico bajo causan un aumento lento y moderado de los niveles de glucemia. En cambio, los alimentos con un índice glucémico alto causan un aumento mayor y más rápido de los niveles de glucemia.

Un aumento de la glucemia da lugar a la secreción de insulina, la cual controla los niveles de glucemia. Sin embargo, debido a la deficiencia de insulina en los diabéticos, los niveles de glucemia se mantienen elevados y ocasionan efectos adversos para la salud si no se realiza un tratamiento con insulina o una dieta. La lactosa tiene un índice glucémico más bajo (65) que la glucosa (138), la miel (104) o la sacarosa (87). Las dietas que hacen hincapié en los alimentos con bajo índice glucémico no solo ayudan a disminuir el riesgo de padecer diabetes y a mejorar el control de la glucemia en los diabéticos, sino que también pueden tener otros beneficios para la salud. Las dietas de bajo índice glucémico pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas al mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de lípidos en la sangre.

Debido a su alto valor nutricional y sus propiedades bioactivas, los productos de lactosa se utilizan cada vez más en los productos diseñados para mejorar la salud y el bienestar.

Absorción de minerales

La lactosa aumenta la absorción de minerales como el calcio, el magnesio y el zinc en animales de laboratorio y en niños humanos.

Prebióticos

Al estimular el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, como las bífidobacterias y los lactobacilos, e inhibir las bacterias patógenas, la lactosa contribuye a mantener una flora intestinal saludable.

Caries dentales

En comparación con otros azúcares como la sacarosa, la lactosa tiene una capacidad mínima para producir caries dentales.

El índice glucémico y el metabolismo de los hidratos de carbono

Dado que la lactosa tiene un índice glucémico bajo, o causa un aumento lento de la glucemia en relación con un estándar, este azúcar podría ser beneficioso para los diabéticos.