Básicamente, el queso es una fuente concentrada de los nutrientes que se encuentran en la leche. La leche por sí sola es considerada un alimento casi completo.  

Los principios básicos de la producción de queso son los mismos para todos los quesos naturales. El objetivo es extraer el agua de la leche dejando solo los sólidos de la leche. El queso consiste en la proteína láctea caseína, casi toda la grasa y vitaminas liposolubles de la leche original, minerales como el calcio y diversas cantidades de humedad atrapada. Esta humedad atrapada contiene constituyentes solubles en agua de la leche como lactosa, proteínas del suero, sales solubles, vitaminas y otros componentes lácteos menores. Debido a su contenido nutritivo, generalmente se describe al queso como un alimento muy rico en nutrientes.  

También se lo define como una proteína de alta calidad. Esto significa que el queso es más que una proteína completa, que es una proteína que contiene todos los aminoácidos esenciales en cantidades adecuadas para el uso humano; puede o no contener otros aminoácidos. Proteína de alta calidad significa que el queso contiene los aminoácidos esenciales en una cantidad proporcional a la que requiere el cuerpo y que es digerible, por lo que la cantidad suficiente de estos aminoácidos alcanzan las células del cuerpo para permitirles fabricar las proteínas necesarias.  

Cuando se consumen proteínas, estas ayudan a construir y reparar el tejido corporal, forman anticuerpos, hormonas y enzimas y son fuente de energía.