La sopa, desde sus humildes comienzos como un platillo simple, suculento y fácil de digerir que puede hacer rendir los ingredientes disponibles para alimentar a una multitud, ha evolucionado hasta convertirse en un alimento básico nutritivo que ayuda a definir las cocinas regionales modernas. Las combinaciones de carnes, verduras y granos son ingredientes populares de las sopas, y los productos lácteos también desempeñan un papel fundamental en muchas recetas. Las sopas elaboradas a base de crema, leche o queso, como también las que vienen con una guarnición de queso o crema ácida, componen un segmento importante de los platillos de los menús de los restaurantes estadounidenses.

Las guarniciones, que realzan el platillo principal, ayudan a equilibrar los menús y los gustos. Algunas guarniciones simples, como las papas al horno o el arroz al vapor, a menudo son un complemento suave para comidas de sabor intenso, como carnes a la parrilla o al horno y platillos asiáticos o hispanos muy condimentados. Entre tanto, las guarniciones más complejas, como las papas gratinadas o el risotto, son platillos complementarios independientes.  

Los quesos y los productos lácteos elaborados en los Estados Unidos pueden transformar las sopas y las guarniciones en una contribución a la comida tan memorable como el platillo principal. Obtenga más información sobre los productos lácteos estadounidenses en la sección Productos.

Tendencias de las sopas y las guarniciones

Las sopas de crema siguen siendo muy populares, y prácticamente todos los restaurantes de servicio completo y los restaurantes de estilo familiar de los Estados Unidos ofrecen, al menos, una variedad. Sin embargo, la demanda de platillos con menos calorías impulsada por las tendencias de salud y bienestar promueve las sopas elaboradas a base de caldo o verduras. Las sopas de puré de verduras están nuevamente de moda en los establecimientos sofisticados y a menudo contienen ingredientes lácteos. Las papas como guarniciones, ya sea horneadas una vez, horneadas dos veces, gratinadas, al horno, tostadas, en puré, aplastadas, fritas o preparadas de alguna otra forma, siguen siendo las favoritas, y los menús de todos los segmentos de restaurantes estadounidenses ofrecen alguna forma de guarnición de papas.  

La renovación de las sopas de crema

La demanda de los consumidores de platillos con menos calorías ha dado lugar a nuevas opciones de sopas de puré de verduras, que han desplazado las sopas a base de crema en los menús de algunos restaurantes estadounidenses. El uso de leche y caldo de pollo, en lugar de crema espesa, ha generado sopas con menos calorías. Las sopas de puré de verduras, por ejemplo, de calabaza moscada o zanahorias asadas, a menudo incluyen quesos frescos, como queso cottage o ricota, o quesos más firmes derretidos, como cheddar o monterey jack, para proporcionar más consistencia y sabor.  

Las papas siguen reinando

Las papas, ingrediente dominante de las guarniciones de la cocina occidental, se utilizan ampliamente en todos los segmentos de restaurantes de los Estados Unidos. Las tendencias de los planes de alimentación de los consumidores que intentan eliminar los carbohidratos han reducido levemente el consumo general de papas en los Estados Unidos en los últimos años. Sin embargo, las papas continúan ofreciendo un paquete nutricional con alto contenido de vitamina C y potasio, además de proporcionar componentes alimenticios esenciales, como fibras y almidón. De hecho, las papas contienen todos los nutrientes vitales, excepto calcio, vitamina A y vitamina D. Las papas y los productos lácteos son socios naturales, ya que la papa, con su almidón y su leve sabor a tierra no solo equilibra el intenso sabor del queso y los productos lácteos, sino que la combinación brinda un paquete nutricional completo. Desde el queso gruyere en las papas gratinadas y el cheddar madurado en las papas horneadas dos veces, hasta la crema ácida, la leche o el queso crema en el puré de papas, las combinaciones de lácteos y papas crean populares guarniciones.